Qué sensación de vacío…
Aún volveré sobre la historia; será necesario corregir detalles, palabras, errores, asegurar que el ritmo funciona, que la tensión se mantiene, que las emociones resultan creíbles y reales…
Sin embargo, para eso necesito que pase tiempo. Estoy aún demasiado embebida de ellos como para poder poner la distancia necesaria.
Pero ya lo sé todo de ellos: de dónde vienen, qué los conmueve, cómo late su corazón cuando la vida pone obstáculos ante ellos… Y cómo y dónde acabarán.
Es fascinante. Y agotador.
Ya les he soltado de mi mano. Y sé que son felices.