La segunda reflexión de aquella tarde viene ligada a algo que nos sucedió poco después de tomar el café, y que a su vez tengo que poner en relación con un comentario que surgió en Llodio, con ocasión de la charla que di por el día del libro.
Aquel día también mencioné -por encima- el tema de las portadas, y aludí a lo que es un comentario recurrente en los foros de romántica a cuenta de las mismas, y es que no son pocas las lectoras que en ocasiones han forrado el libro para no atraer la atención sobre el mismo.
Uno de los asistentes, que trabaja en la librería de unos importantes grandes almacenes, discrepó conmigo, porque -me dijo- las mujeres que acuden a comprar libros de romántica no se avergüenzan de sus lecturas, sino que solicitan los libros que les interesan sin ninguna duda ni apuro. Aclaré que yo sólo me refería a las portadas, no al género en sí -¡hasta ahí podíamos llegar!-, y que para comprobar lo que yo decía sólo tendría que ver que el tema de las portadas es de los más habituales y discutidos en los foros y webs especializados.
Pero hete aquí que, cuando terminamos el café, Miranda y yo fuimos a esos mismos grandes almacenes -sí, el mundo es pequeño- en busca de una novela que ella quería llevarse a Kent. Y cuando estábamos junto a la mesa de romántica, se me ocurrió decir: "mira, justo lo que hemos comentado" señalando una portada de vestido resbalando -porque, si recordáis el primer post, de esto estuvimos hablando-, y para mi total sorpresa, la mujer que estaba junto a mi con una de esas novelas en la mano, se gira y me dice, desafiante: "sí, una porquería, pero para entretenerse media hora son estupendos".
Reaccioné justo para contestarle que nosotras no sólo las leíamos sino que las escribíamos, pero eso no la suavizó demasiado; me miró de arriba abajo, y se fue.
Y aquí es donde viene mi segunda reflexión. Efectivamente, esa mujer no parecía avergonzarse de comprar romántica -luego la vi en la caja, donde estaba pagando cuatro novelas del género, trade además-; o al menos, quien la viera levantando la barbilla con orgullo para contestarme podría pensarlo así. Pero lo curioso es que yo no había dicho nada de nada sobre el género, ni sus lectoras, y sin embargo, ella se sintió en la necesidad de defenderse, de reivindicar su afición por la novela romántica frente a una frase que ella sintió censora, como si proviniera de la fiscal de la lectura adecuada y respetable.
Y me pregunto, ¿es que es concebible algo así en cualquier otro lineal, estante o mesa? ¿Es que alguien se imagina que si me acerco al lugar donde reposan los cómics y digo, señalándolos: "mira, lo que hemos comentado", alguno de los jóvenes y no tan jóvenes que los están ojeando, se daría la vuelta para defender el carácter cultural, divertido o subversivo de los mismos? Por no hablar del resto de géneros...
Como dije en Llodio, si este tipo de lectura es mirado por encima del hombro por la "Literatura" culta, bueno, hasta puedo llegar a entenderlo. Lo que no acabo de entender es que el resto de géneros "comerciales" -y sus lectores más ortodoxos- hagan lo mismo.
Cierto que no debería generalizar ante un hecho que bien puede ser aislado, puntual, pero la verdad es que nunca hasta ahora me había ocurrido que un desconocido se sintiera obligado a defender ante mí cualquiera de sus aficiones. ¿Creéis que este efecto se da? ¿Nos excusamos en ocasiones, defendiendo el carácter "cultural" de la novela romántica? ¿O estoy sacando conclusiones erróneas, extrapolando algo que no es extrapolable?
Lo cierto es que, desde un punto de vista empírico, fue una experiencia impagable. Es más, estoy segura de que, si no fuera porque Miranda puede dar fe de que las cosas fueron así, más de uno pensaría que me lo he inventado para poder escribir este post. Pero por fortuna, puedo poner a la Kellaway por testigo de que las cosas fueron tal como las he contado. Qué suerte...
Jajajaja!!! todavía me acuerdo de la cara de la mujer!!! pobrecilla, y encima se encuentra con dos petardas que engrosan los títulos de la hermana pobre de la literatura de "alta calidad". Qué mala suerte la suya!! si es que me parto.
ResponderEliminarEs como las mamás que tienen un hijo feo, y se excusan todo elrato con las vecinas. Es que el niño no es guapo, es... simpático. Jajajajaja!!!
Ay que ver...
Eso mismo fue, Miranda, jaja...
EliminarDebió ser toda una experiencia XD Yo tampoco pienso que las lectoras, se averguencen, al menos las habituales, pero que el género arrastra mala fama es un hecho. Quizá los vendedores de comics, o videojuegos o best sellers policiacos y standard han sabido darle a sus productos cierto prestigio que la romántica no ha conseguido. En parte porque hasta no hace mucho reinaba cierta sensación de "todo vale", argumentos trillados, ediciones pésimas, portadas horripilantes... porque la gente lo va a comprar igual.
ResponderEliminarCreo que eso empezó a cambiar con la llegada de internet y los foros, y ahora los lectores somos más críticos, exigimos más calidad y también la valoramos, y eso a la larga solo puede traer cosas buenas. Entonces quizá cambien los comentarios del tipo "Son una porquería pero me gustan" por "Son estupendas y me gustan..."
Sí, a mi me choca sobre todo la necesidad de justificarte ante unas desconocidas, pero supongo que eso también irá cambiando. Un abrazo.
EliminarLlevo muchos años leyendo romántica y es cierto que antes, era un tema de que no hablaba. Es un género muy machacado, antes cuando alguien te veía leyendo un libro romántico... mínimo pensaba que tu nivel cultural era bastante bajo... Ahora paso mucho del tema, si sale el tema de hábitos de lectura yo lo digo, y siempre hay alguien que te mira "despectivamente".. No voy a entrar en si es de calidad o no... como en todos los géneros se publican obras mejores y otras peores... pero a mí me encanta.
ResponderEliminarPero sí creo que mucha gente sigue avergonzándose.... Suelo comprar los libros en un gran centro comercial y cuando ve a alguien que mira libros... no puedo evitar recomentále alguno que a mí me haya gustado especialmente jajajajaj.
Una vez me contestaron que no es para ella, sino para un regalo... y yo, ni corta ni perezosa les contesté.... Pues mejor me lo pones, deja que una lectora compulsiva de novela romántica te aconseje qué regalar
Jajajajaja
Creo que este tema es un asunto pendiente... que ya se eterniza
Un besote y muy buena reseña
Pues sí, se eterniza. Pero es que me chocó tanto ver una demostración en vivo y en directo, jejeje, que tenía que contarlo.
EliminarCreo que en un mundo lleno de libros,peliculas y personajes que incitan al rencor y solo a ser capaces de mirarnos a nuestros ombligos(asi opino yo)cada vez mas va creando una sociedad individualista.
ResponderEliminarLa poesia y literatura de amor seria buena terapia para aquellas personas que se han dejado atapar por los generos imperantes.
Aunque no soy de leer novelas romanticas opino que son un escape, una forma de covertirnos en mejores personas.Es mi modesta opinion.
Una forma muy bonita de enfocarlo, truhannn. Un abrazo.
EliminarPues yo admito que más de una vez no he comprado en alguna librería el libro que quería por no tener que hacer frente a la cara del cajero al verme llegar con un libro de portada "macho-man al ataque" entre mis manos. Más tarde opté por comprarlos directamente por Internet y ahora finalmente, con el e-book, he visto el cielo abierto porque se acabó el problema de que me vean esas portadas. Quizás no debería avergonzarme, pero lo hago...Por cierto, que llego a ser yo la clienta de la librería y os veo a las dos, y me da un ataque de histeria, jajaja...qué suerte tienen algunas !
ResponderEliminarjajaja, pero como no somos famosas, creo que más bien le parecimos unas tías raras. Un abrazo.
Eliminar